Shopify: crea tu tienda online con todo listo para vender sin conocimientos técnicos

¿Por qué todo el mundo habla de Shopify?
Si has pensado en vender algo por internet, seguro que el primer nombre que te ha salido es Shopify. Pero, ¿por qué? ¿Es solo moda o realmente es tan bueno?
La respuesta es sencilla: Shopify es como alquilar un local que ya viene con la luz, el agua, los estantes montados y un vigilante en la puerta. Tú solo tienes que llegar, poner tus productos y empezar a vender.
Aquí te explico por qué es la opción favorita de quienes no quieren complicarse la vida con la informática.
Lo mejor de Shopify
No necesitas ser un "hacker"
Para montar una tienda en Shopify no tienes que saber programar ni escribir código extraño. Si sabes usar Facebook o enviar un correo, sabes usar Shopify. Todo se hace arrastrando cosas y haciendo clic.
Funciona siempre y es segura
¿Sabes ese miedo de que tu página se caiga justo cuando tienes muchas visitas? Con Shopify eso no pasa. Ellos tienen unos servidores súper potentes que aguantan lo que les eches. Además, es muy segura: los datos de las tarjetas de tus clientes están protegidos sin que tú tengas que hacer nada.
Es como un móvil: tiene "Apps"
Si quieres que tu tienda tenga un chat de WhatsApp, o que regale un cupón de descuento cuando alguien quiera irse, solo tienes que ir a su tienda de aplicaciones e instalarla. Es igual que bajar un juego en tu teléfono.
El "pago" es mágico
El momento más difícil es cuando el cliente saca la tarjeta. Si el proceso es lento o feo, se va.
Shopify tiene el sistema de pago más rápido del mundo. Los clientes confían en él porque ya lo han visto en mil tiendas más.
Todo lo que puedes hacer con Shopify
Aquí tienes una lista de lo que Shopify hace por ti
Diseño a tu gusto: Puedes elegir plantillas que ya están hechas y que se ven profesionales en el móvil y en el ordenador.
Vender en todos lados: Puedes conectar tu tienda con Instagram y TikTok para que la gente compre sin salir de la red social.
Acepta todos los pagos: Tarjetas, Bizum (con apps), Google Pay o Apple Pay. Todo configurado en un par de clics.
Control de stock: La tienda te avisa cuando te quedan pocas unidades de un producto para que no vendas algo que no tienes.
Recuperar clientes olvidadizos: Si alguien deja algo en el carrito y se va, Shopify le envía un correo automático para recordárselo.
Imprimir etiquetas de envío: Te permite gestionar los paquetes y saber por dónde va el envío sin volverte loco.
Vender en persona: Si un día vas a un mercadillo o abres una tienda física, puedes usar la misma cuenta de Shopify para cobrar con el móvil o una tablet.
Ayuda con inteligencia artificial: Tiene un asistente que te ayuda a escribir las descripciones de tus productos si no tienes inspiración.
En resumen
Shopify es para ti si quieres ser dueño de un negocio, no un informático. Pagas una cuota al mes y ellos se encargan de que la página funcione mientras tú te centras en lo importante: elegir buenos productos y tratar bien a tus clientes.
